Pactos prematrimoniales ¿Válidos?
PACTOS PREMATRIMONIALES
¿VÁLIDOS?
El mediático divorcio de la conocida pareja Hollywoodiense, formada por Brad Pitt y Angelina Jolie, ha traído de nuevo a la actualidad el asunto de los pactos prematrimoniales, los popularmente conocidos, por su versión abreviada en inglés, como “prenups”.
Y es que, al parecer, tal y como se ha publicado en la prensa estos días, a Angelina, el divorcio no le habría sorprendido con los deberes sin hacer, pues tenía previamente firmado con Pitt un acuerdo con todas las consecuencias derivadas de una posible ruptura futura de su relación.
Los pactos prematrimoniales no gozan de tradición en España pero son válidos y eficaces
Los pactos prematrimoniales gozan de tradición en la sociedad norteamericana. En España, como se podrán imaginar, poca costumbre de acudir a este tipo de acuerdos existe (no tenemos en líneas generales una cultura preventiva), pero no quiere decir que no sean válidos, pues son perfectamente posibles siempre que reúnan los requisitos para ello.
El pacto prematrimonial cada vez más frecuente en España es la separación de bienes que se realiza en las capitulaciones matrimoniales. Cada vez es más habitual que las parejas opten por este régimen que implica la separación absoluta de sus patrimonios.
Sin embargo, pueden ir mucho más allá, entrando en las consecuencias jurídicas que pueden acordarse en previsión de una ruptura futura, tanto personales (por ejemplo en relación con los hijos) como patrimoniales.
Los pactos prematrimoniales pueden regular las consecuencias en previsión de un ruptura futura
En España se acude a ellos para regular las consecuencias de tipo económico, fundamentalmente. Más en concreto, la mayoría de los casos que han llegado a los tribunales son relativos al pacto de una compensación económica en forma de renta si la relación acaba que, posteriormente, cuando efectivamente se da la ruptura, se pretende anular.
El Tribunal Supremo ya se ha pronunciado sobre la validez de estos acuerdos admitiendo su eficacia, superando una etapa inicial en la que existía cierto recelo a aceptarlos, destacando que el derecho de familia demanda un sistema más flexible y menos encorsetado que otorgue mayor protagonismo a la autonomía de la voluntad, debiendo potenciarse la autorregulación de la relación en el uso de la libertad en una sociedad moderna.
Existe un cierto prejuicio: mezclar amor y dinero parece algo frívolo, desconfiado o interesado
Buen ejemplo de ello, en clave de humor, lo protagonizan George Clooney y a Catherine Zeta – Jones en “Crueldad Intolerable”. En esta comedia romántica, un afamado abogado sin escrúpulos, conocido por concluir los mejores pactos prematrimoniales para blindar patrimonios en caso de divorcio, prueba de su propia medicina al enamorarse de una clienta experta en sacar provecho económico de sus matrimonios. La firma del acuerdo acaba convirtiéndose en una prueba de amor o de confianza.
Sin embargo, pactar las consecuencias patrimoniales que puede ocasionar en nuestra vida una ruptura, en realidad no tiene nada de malo. Es un instrumento de autorregulación y de protección, fruto de una reflexión madura que sobre sus circunstancias particulares realice una pareja y que puede evitar disputas el día de mañana o incluso proteger la propia relación.
¿Qué requisitos deben reunir para ser válidos?
Los pactos prematrimoniales están sometidos a los requisitos de validez de cualquier contrato. No pueden ser contrarios a las leyes, la moral o el orden público. Y además, no pueden limitar la igualdad de los cónyuges ni ser gravemente perjudiciales para ninguno de ellos.
En materia patrimonial el principio es la libre disposición, es decir, existe libertad para acordar lo que las partes estimen que mejor responde a sus intereses. En el caso de aquellos que establezcan medidas a adoptar sobre los hijos, aun siendo posibles, los considero más cuestionables, pues son materias de orden público que siempre podrán ser revisadas judicialmente en interés menor.
También pueden llevarse a cabo pactos análogos en las parejas de hecho
Finalmente, aunque se ha hablado de parejas casadas, también existe la posibilidad de concluir este tipo de pactos en las parejas de hecho. En estos casos, es aún más importante, dado que ante una ruptura, no les serán de aplicación las consecuencias previstas para las parejas casadas (salvo en lo relativo a los hijos), por lo que es muy recomendable que se acuda a ellos para regular, sobre todo, lo relativo a sus relaciones económicas.
